¿Cuáles son nuestras Rutinas?
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Deja huella es un grupo abierto, lo que quiere decir que en cualquier momento del año se puede ingresar y cualquier chico puede pertenecer si quiere realizar lo que programamos de actividades solidarias porque Deja Huella se presenta, en un primer momento, como una invitación solidaria que lo que al joven de hoy nos cautiva.
Con el paso del tiempo, vamos descubriendo que “nadie da de lo que no tiene” y experimentamos el paso de Dios por nuestra vida y sentimos la necesidad de irla “organizando”. Es decir, de la solidaridad damos el paso hacia el sentido profundo de la actividad solidaria que es nuestro encuentro con Dios en el hermano necesitado. En este momento se nos plantea la realización de un plan de vida serio y verdadero, confrontado con un acompañante una vez al mes y vamos asimilando un estilo de vida que se refuerza por la repetición de actos o rutinas para convertirse en hábitos que, en lenguaje Cristiano, llamamos virtudes. También vamos trabajando esos aspectos que no nos dejan avanzar.
Esto es un camino personal y los tiempos son diferentes en cada caso y en cada lugar, pero todos vamos llegando a la misma situación pues es un solo Dios el que nos llama y el estilo es el de la Pureza.
Tenemos plasmadas las rutinas de un misionero de Deja Huella en los siguientes puntos:
1.
Ofrecimiento diario del día a Dios.
2.
Lectura del Evangelio de cada día.
3.
Examen de conciencia al terminar el día.
4.
Eucaristía TODOS los domingos.
5.
Cariño y devoción a la Virgen.
6.
Cumplimiento del deber como estudiante, hijo, profesional.
7.
Asistencia y compromiso con las actividades programadas y trabajo entusiasta por las misiones.
8.
Trabajo de los temas asignados y/o responsabilidades dentro del grupo.
9.
Testimonio de vida: palabras, modas, acciones, uso de las redes sociales.
10.
Charla con el acompañante una vez al mes.
¿Cuáles son nuestros símbolos?
Hay una serie de elementos que envuelven a Deja huella y que le dan identidad y unidad: Huella que identifica; colores que dan vida y codifican las acciones; himno, gorro, chaleco, parches que testimonian:
HUELLA: El símbolo por antonomasia es la huella digital que es como en los hombres: La identificación personal, única e individual. Por la huella se nos reconoce. En la vida también se nos reconoce por lo que hacemos… El misionero de Deja huella deja sólo una huella, la de Cristo (de aquí que no nos llamemos deja huellas en plural sino en singular), y lo relaliza
•Plasmado el mensaje de Cristo allí donde va,
•Despertando el deseo de servir y arriesgar,
•Cambiando el entorno en el que se encuentra…
Aunque un primer momento la huella asumió el color del país en el que estaba, pues surgió como respuesta a la desintegración nacional, hoy existen lugares en los que la identidad nacional más que ser un motivo de unión es causa de división por ello la huella será definida por las circunstancias del lugar y por la realidad nacional que se viva: Si puede servir para la identidad nacional, el trabajo por el propio pueblo, instrumento de unión nacional, adoptará la bandera del país, si no es posible, asumirá la huella genérica.
HIMNO: El Himno es, como en todos los casos, el tema oficial que reúne a un grupo y le da sentido de unidad y pertenencia. Nuestro Himno es el resultado de muchas manos y de la vivencia que tuvimos. Invita a otros unirse en la misión y a dar lo que le es propio a cada uno sabiendo que lo importante no es lo que se haga sino la manera cómo se hace. Aunque la letra es una, cabe la posibilidad de “identificar” en él lo que le es propio:
Soy misionero y me muero por él.
Por decirle al mundo entero que nos ama bien. Tarará, tarará.
No importa si hay que subir montañas, cruzar arroyos ríos por él.
Si te mojas o te quemas si te pierdes que va.
Lo importante es que te acompaña y ya.
Tarará, tarará...
Que no sabes qué decir, no te preocupes sólo bastará sonreír.
Deja huella ven conmigo, no te de pena/corte cantar junto a mí.
Soy misionero y me alegro coloreando de nuevo mi país.
En sus Montañas/dos mares voy descubriendo que todo esto es un regalo para mí.
Soy misionero Y me alegro, todo esto lo hago porque viví
en la gracia de un hombre que lo dio todo
Para mí.
Que lo dio todo para mí.
ORACIÓN DEL MISIONERO: Es la oración que nos reúne al iniciar el día de misión, en momentos litúgicos, en celebraciones de fe, al acabar la jornada… y nos recuerda que nosotros no somos los protagonistas de la acción misionera sino que es Dios mismo.
La oración Misionera por tradición es rezada a dos bandos, Chicas y varones en donde unos constatan una realidad y los otros responden con la posibilidad de actuar y al final se unen a una sola voz: Cada uno tiene una misión, le es propia una tarea pero a todos nos corresponde trabajar por Cristo en la construcción de la Iglesia.
Nuestra Oración del misionero es:
Sólo tú, Señor, puedes dar la fe
Pero yo puedo dar testimonio de fe.
Sólo tú, Señor, puedes dar la esperanza
Pero yo puedo devolver la esperanza a mis hermanos.
Sólo tú, Señor, puedes dar el amor
Pero yo puedo enseñar a amar.
Sólo tú, Señor, puedes dar la paz
Pero yo puedo sembrar la unión.
Sólo tú, Señor, puedes dar la fuerza
Pero yo puedo sostener al desanimado.
Sólo tú, Señor, eres el camino
Pero yo puedo enseñárselo a los demás.
Sólo tú, Señor, eres la luz
Pero yo puedo hacerla brillar en los ojos de todos.
Sólo tú, Señor, eres la vida
Pero yo puedo devolver a los demás el deseo de vivir.
Sólo tú, Señor, puedes hacer lo que parece imposible
Pero yo puedo hacer lo que es posible.
Sólo tú, Señor, te bastas a Ti mismo
Pero prefieres contar conmigo.
Por eso,
¡gracias Señor por hacerme Misionero!
COLORES : Todo el itinerario de crecimiento está caracterizado por unos colores concretos que identifican la etapa en la que se encuentra el grupo como comunidad. Hasta ahora han sido los colores de la bandera del país en donde se desarrolla Deja huella pero en el fondo lo que interesa es lo que significan:
AMARILLO o BLANCO: Color de la luz, de la pureza. Simboliza el ENRIQUECIMIENTO, todo lo que tiene que ver con formación, con asimilación de contenidos, estilo de vida, experiencias…
AZUL: El color del mar, del cielo, del infinito. Simboliza la PROFUNDIDAD, momentos en los que se toma todo lo "aprendido" y se profundiza, se trabaja más a fondo, se "rumia", se comienza a vivir en comunidad…
ROJO: El color del corazón, de la sangre, del amor. Simboliza VIVENCIA, poner en práctica todo lo recibido, aprendido y profundizado. Todo lo vivido se comparte, y se crece en amor, se pone el corazón, se materializa todo el trabajo anterior…
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Los colores son un código y puede ser útiles para generar estrategias, dinámicas. Este símbolo puede asumirse u omitirse según se vea la conveniencia del recurso.
GORRO MISIONERO: lo reciben todos los jóvenes que van por primera vez al campamento misión, se les entrega en la ceremonia de envío. De la misma manera como el gorro cubre la cabeza para proteger del sol y es instrumento indispensable para los días de caminata, el gorro simboliza el cuidado que se debe tener con la formación que se ha recibido para poder ser misioneros. Las ideas, los pensamientos hay que cultivarlos, protegerlos.
CHALECO MISIONERO: El chaleco es un chaleco típico de periodista o de pescador, con bolsillos múltiples. Lleva la Huella del país (o la genérica) en el lado izquierdo, lado del corazón, y a medida que se asiste a las diferentes misiones los parches se van anexando. Si se cambia de país al chaleco se le anexa la huella que distingue al país al que llega.
No existe un tiempo determinado para que recibamos el chaleco pero como mínimo tenemos que haber participado, al menos, en alguna misión. Quienes lo recibimos lo hacemos por haber demostrado gran interés comprometiéndonos con el grupo en las distintas actividades, hemos participado de la formación y se nos distinguimos por nuestro entusiasmo y pertenencia. Simboliza el “revestirnos de Misioneros de Cristo”, es un “parecer” lo que somos, recordando el pensamiento de Alberta Giménez, “ser y parecer”, Recibe el chaleco quien posee un alto grado de entrega al grupo y una disponibilidad grande a la misión que el Señor le encomienda. Lo llevaremos en la medida en que estemos vinculados al grupo y dejaremos de hacerlo cuando nos retiremos o “bajemos la guardia” en el trabajo misionero.
La experiencia nos ha demostrado que no conviene que los chicos lo compren pues no es algo que se adquiere y queda ya como perteneciente, es algo que el grupo entrega a quien demuestra su vinculación .
Estamos viendo si aquellos que dejan el grupo deben devolver el chaleco pues este símbolo sólo puede identificar a quienes son y están en Deja Huella.
PARCHE DEL CHALECO: En cada campamento misión se genera un parche que incluye el logo, el tema y lugar de la misión. Se entrega en la Misa de envío a todos los misioneros que van a la misión y se lleva cosido en el chaleco (o en el gorro si no se tiene aún el chaleco). El logo quiere ser un “resumen” de la misión y un reconocimiento a la labor realizada por el misionero. Es también motivo de conversación, compartir experiencias, elemento histórico…
BADERA: como cualquier bandera identifica al grupo y se coloca en el territorio en donde se está trabajando en Misión o en el lugares en donde el grupo se reúne. Lleva la huella que se usa en el país.
Oficialmente no existen más símbolos pero en torno a la huella se pueden hacer camisetas, sweters, banderines, pulseras… el color y las formas de estos accesorios lo determina cada lugar y dependerá e las dinámicas, campañas u objetivos que pretendan.
Deja Huella está bajo la protección
Del Beato JUAN PABLO II pues el grupo surgió de la petición que él hizo a los jóvenes para que evangelizaramos a otros jóvenes. Es el Papa de los Jóvenes, el que genero las Jornadas Mundiales de la Juventud en donde nos alentaba a asumir nuestra responsabilidad de construir la Iglesia y a no tener miedo de seguir a Cristo.
NUESTRA SEÑORA DE MONTSERRAT porque es una advocación muy querida por la hna. Gloria Rubio y a esta Virgen, y en su santuario, se ofreció al grupo, se pidió por los que estuvieron, están y estarán, y, como fue justamente el día 27 de Abril de 2009 en que se aprobó Deja Huella como grupo Congregacional, se decidió tenerla como patrona.
¿Qué actividades realizamos?
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Deja Huella, al ser un grupo misionero, realiza actividades que no sólo se dirigen a la formación personal de sus miembros sino que programa, planea, organiza y ejecuta acciones solidarias de diferente índole:
CAMPAÑAS de comunicación de bienes.
ACTIVIDADES DE SENSIBILIZACIÓN SOLIDARIA: temas, cineforos, presentaciones, concursos.
FESTIVAL MISIONERO, un espacio de diversión y esparcimiento con múltiples actividades con el fin de recoger fondos para el Campamento misión y para apoyar a las misiones que se realizan a nivel diocesano y/o congregacional.
SALIDAS SOLIDARIAS, a lo largo del año y en la medida de lo posible, a hospitales, albergues, asilo de ancianos…
CAMPAMENTO MISIONERO en el que experimentamos personalmente la vida de la misión insertándonos en una comunidad campesina, indígena o necesitada dentro de la Iglesia.
La Comunidad Deja Huella al llegar a su madurez debe plantear una serie de Proyectos que apuntan a la Evangelización, la comunicación de la fe desde la realidad misma del joven y que suponen un compromiso y una responsabilidad mayor. En cada país los Proyectos se plantean desde la realidad local pero en todos se realiza el campamento Misión que fue el que originó la comunidad como tal y es por esto por lo que aquí desarrollaremos su estructura en el anexo 2.
Un promedio de 30 comunidades con una población entre 400 y 500 habitantes han sido visitados por los misioneros de Deja Huella;
5 vocaciones religiosas se han consolidado dentro de Deja huella.
En 4 países existe Deja Huella y en total hay 8 grupos misioneros: Bogotá, Panamá, Santa Cruz, Palma, Cesag, Barcelona, Cumaná. Madrid…
Al habernos convertido en un grupo internacional, la vida de cada grupo entreteje su propia historia y es independiente en su desarrollo según las circunstancias y lugares en que nos encontramos, los tipos de pobrezas a las que nos enfrentamos y las dinámicas que generamos en nuestro caminar como grupo.
Es importante que cada Deja Huella vayamos sabiendo cuáles son nuestras misiones, las comunidades a las que visitamos, los misioneros que hemos participado.
Estamos intentando generar un “más allá” en el mundo profesional, pues queremos seguir vinculados en la tarea evangelizadora pero la realidad en este mundo merma nuestra disponibilidad de tiempo pero nos da nuevas herramientas que podemos poner al servicio de los demás tal y como dice nuestra definición: “…poniendo al servicio de los otros nuestros dones, valores y conocimientos”.
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