domingo, 30 de noviembre de 2014

VER, OÍR, IMITAR…

Estar preprados es una tarea que cada uno debe cumplir pues de esto depende el nacimiento de Jesùs en nuestro corazòn… El vendrà, de hecho viene cada momento, y la Iglesia, que es Madre, nos facilita la tarea: nos da un tiempo, cada año, para que lo dediquemos a prepararnos, a abrir el corazón, a pornerlo en orden, a revisar y avanzar en nuestro camino hacia la santidad…
Yo, este año, he decidido preguntarle a quienes estuvieron presentes en esa primera navidad cómo se prepararon, cómo lo vivieron, qué vieron, sintieron, pensaron e hicieron pues creo que pueden ayudarme en este camino que hoy emprendo, emprendemos.
Pero por quién empezar? A quién preguntar? Y como se me hacía difícil la elección, pregunté a mis hermanas a quién, de todos los personajes de la primera navidad, elegirían y la respuesta, casi unánima fue: “al pastor” y los motivos fueron varios:

“Yo por todo lo que suponía saberse elegio siendo rechazado, era un privilegiado…”
“Porque fueron los primeros en creer y visitar a Jesús…”
“Me parece sencillo, abierto a lo que viniera… era el último de la sociedad”
“Porque siempre me ha gustado la figura del pastor”


Y como la verdad no tenía un orden específico pues el Pastor será el personaje que durante tres días me acompañará. Primero le VERÉ tal y como lo presenta el Evangelio, luego le HABLARÉ Y LE ESCUCHARÉ para descubrir sus sentimientos y por último, le IMITARÉ, o mejor, intentaré imitarle para que, como él, también esté etenta a las manifestaciones de Dios a lo largo de mi vida, de mis días.

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